9 de octubre de 2012






      Respuestas Condicionadas




¿Has observado alguna vez que cuando tienes ante ti una comida apetitosa, empiezas a salivar? ¿A veces te ha ocurrido que con sólo hablar de comida "se te ha hecho la boca agua"?.
Pávlov, médico ruso, observó casualmente que a los perros que tenía en su laboratorio, les bastaba oír los pasos de la persona que les traía la comida para comenzar a salivar y a segregar jugos gástricos; es decir, parecía que los perros habían aprendido a anticipar la comida.
Pávlov comenzó a estudiar este fenómeno y se preguntó si cualquier otro estímulo, por ejemplo el sonido de una campana, podía provocar la salivación si se unía a la presentación de la comida.
Tras varios días repitiéndose la secuencia sonido de la campana-presentación de la comida, el perro comenzó a salivar con tan sólo escuchar el sonido de la campana, aunque no hubiese comida.

Así aprendemos en algunas ocasiones por condicionamiento estímulo - respuesta y así por tanto almacenamos información en nuestra neurología.
 
¿Y si pudiésemos aplicar todo esto en beneficio nuestro?

Ana María R. Novoa

1 comentario:

  1. Hola Ana Mari soy Manuel y es verdad porque a mi me gusta la pizza y cuando voy al bulevar se me hace la boca agua.¿A quien no se le hace la boca agua al ver su comida preferida?Bueno,pues, un abrazo y adiós.

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