12 de junio de 2011

El Señor De Las Tinieblas

Esta fábula con la consiguiente reflexión, aparece en el libro Vivir es un asunto urgente del Dr. Mario Alonso Puig ( de quien ya os hablé al comentar sobre el cerebro reptiliano).

En una ocasión, el Señor de las Tinieblas convocó en su tenebroso palacio a los más encarnizados enemigos del hombre y se dirigió a ellos de la siguiente manera:
-Llevo miles de años intentando destruir al hombre, acabar con su existencia, para ello he creado todo tipo de conflictos y guerras, pero cuando parecía que al final lograba lo que tanto anhelo, aparecía Él y evitaba que el ser humano desapareciera de este planeta. A veces aparecía disfrazado de sonrisa, otras de una mano amiga e incluso de una simple palabra de consuelo y, sin embargo, a mí nunca me engañó, porque siempre supe que tras los mil disfraces se ocultaba mi más temible enemigo, el Amor. Entregaré la mitad de mi reino a aquel de vosotros que me traiga el cadáver del Amor entre sus brazos.
Murmullos y aullidos se escucharon en aquel salón oscuro. De repente, uno de aquellos siniestros personajes se abrió paso a golpes entre la multitud, se postró ante el Señor de las Tinieblas y gritó:
- Gran señor, yo soy quien te traerá el cadáver del Amor entre mis brazos, yo soy su enemigo natural, porque yo soy el Odio.
Al oír aquellas palabras, el Señor de las Tinieblas respondió entusiasmado:
-Ve, amigo mío, y haz mi sueño realidad y gozarás de la mitad de todo mi reino.
En una esquina de aquel salón, oculto tras una columna, un personaje vestido de negro y con un gran sombrero que le tapaba el rostro esbozó una extraña sonrisa.
El Odio partió ante la envidia de muchos. Los años pasaron y el Odio regresó cabizbajo y ante el Señor de las Tinieblas manifestó su incomprensible derrota:
-No lo entiendo, gran señor, he creado desavenencias, malentendidos y todo tipo de agravios y cuando parecía que mi triunfo estaba cercano, aparecía Él, y al final todo lo suavizaba, todo lo arreglaba.
Tras el Odio fueron la Pereza, la Rutina, la Desesperanza y muchos de los peores enemigos del hombre y, sin embargo, todos ellos al final fracasaron. El Señor de las Tinieblas al ver que ninguno de aquellos seres era capaz de lograr lo que él tanto anhelaba, cayó en una depresión profunda, hasta que súbitamente se abrió paso entre la multitud aquel silencioso personaje que vestía de negro y que tenía un sombrero que le tapaba el rostro. Con gesto altivo se dirigió al Señor de las Tinieblas:
-Yo soy quien te traerá el cadáver del Amor entre mis brazos.
El Señor de las Tinieblas lo miró con desprecio y se dirigió a él con desagrado:
-Todos antes que tú han fracasado y tú, a quien ni siquiera conozco, pretendes triunfar. No me importunes, todo está perdido.
Aquel extraño personaje partió, pasaron años y de repente se presentó ante el Señor de las Tinieblas con el cadáver del Amor entre sus brazos. El Señor de las Tinieblas pegó un salto y se incorporó incrédulo ante lo que contemplaban sus ojos:
-Lo has logrado, has conseguido lo imposible, tuya es la mitad de mi reino, pero, amigo mío, por favor, antes de partir dime quién eres.
Aquel personaje se quitó solemnemente su gran sombrero, y con un susurro que, sin embargo, hizo temblar a todos los presentes, dijo:
-Yo soy el Miedo.


Cuando el miedo nos domina, nuestro corazón se desboca, nuestro cuerpo se tensa y nuestro cerebro no funciona bien. En ese momento sentimos que nuestra vida peligra y atacamos, nos aislamos o huimos. Ninguna de estas reacciones permite que tratemos a los demás como si los quisiéramos, porque nadie quiere a alguien a quien teme y nadie teme a alguien a quien de verdad quiere. Cuando uno se aleja de los demás, también se aleja de sí mismo y por eso uno en lugar de aprender a quererse, aprende a temerse.
Comprender la naturaleza de nuestro miedo nos abre la puerta a poder experimentar la naturaleza del verdadero amor, aquel que, por no ser razonable, alcanza lo que no parece posible. Está en cada uno de nosotros el decidir que quien va a triunfar en nuestra vida es el amor y no el miedo.


Y tú, ¿eliges el amor o el miedo?

Ana María R. Novoa

5 comentarios:

  1. Ana Mariaa Te quiierOoOO!!! :)(:13 junio, 2011

    Hola , Ana Mari me ha encantado el cuento porque cuando tenemos miedo nos aislamos y no dejamos que pase el amor que tenemos dentro . Yo en ocasiones cuando tengo miedo necesito que alguien esté conmigo y que me ayude a superarlo . Me quedo bloqueada y no se lo que hacer . Yo eligo el amor porque es muy bonito , porque así no me quedo bloqueada y vivimos en un mundo mas bonito lleno de alegría y de felicidad . Yo cuando tengo miedo me siento como si estuviera sola en un lugar muy oscuro donde no hay luz , en cambio cuando estoy con alguien que quiero me siento feliz y todo es de color . Adios
    bs
    con cariño
    Ana Maria

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  2. Ana Mari:
    que historia mas bonita, cuando la estabas contando e pensado en el maltrato y lo primero que se me vino a la cabeza fue el miedo, pero como tú dijiste que era parecido al ego creía que no era. Es verdad lo que dijo Miguel es muy parecido al cuento de los dos guerreros y yo se porque, o por lo menos eso creo. Yo pienso que es porque tú siempre pones en el blog cosas relacionadas para que nos sirva de aprendizaje para la vida.
    Gracias por poner esas cosas.

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  3. Hola Ana Mari el amor es un sentimiento muy fuerte que casi no se puede destruir, pero en este cuento se dice que el único sentimiento que puede destruir el amor es el miedo, y yo creo que quita el amor si tu quieres, porque el poder lo tienes tú, en tus manos, y si tú no quieres dejar una relación con alguien no tienes por qué dejarla, primero ves si puedes arreglarla, y después si queréis las dos personas seguir adelante pues seguís adelante. El amor es un sentimiento que llevamos todos dentro, y solo hay que buscarlo, y cuando lo encuentres reparteselo a todo el mundo, porque todo el mundo lo quiere, y nunca te lo rechazaran.

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  4. Jóse Miguel13 junio, 2011

    Este cuento me ha gustado mucho. Y tiene un gran valor por la enseñanza que contiene. Es cierto que por mucha envidia que tengamos y por mucha rabia, odio y otras cualidades negativas, el amor siempre estará con nosotros, aconsejándonos, guiándonos y dándonos la respuesta que nosotros elijamos, y que el mismo nos haga el camino más ameno, al disfrutar de todas las cosas buenas que tenemos delante. Lo mismo que ocurrió en el cuento del los dos caballeros, el ogro y la princesa. Pero lo que dice la reflexión final es muy cierto. El único sentimiento negativo, por muy raro que parezca que nos hace perder el amor es el miedo. Miedo a conocernos, miedo a pensar, miedo a una situación nueva, y ese miedo nos bloquea y nos hace encerrarnos en una máscara, en la que en ese momento todos los sentimientos negativos entran en nosotros, y partiendo en la base del miedo parecen problemas mayores, que al final si nos rendimos acaban como acabó este cuento. Así que los que tenemos que hacer es manifestar nuestro amor por la vida y por todo lo positivo que nos rodea, para no dejar que nadie mate al amor.

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  5. maria de jesus14 junio, 2011

    Ana Mari me ha encantado el cuento del señor de las tinieblas.
    Nadie pudo con el AMOR solo lo consiguió el MIEDO pero no se como lo pudo destruir porque el AMOR tiene un poder maravilloso. Loa miedos son para en tu momento del corazón y del alma podamos escucharlos y aprender de ellos.Me parece muy mal que intentaran matar al AMOR porque no le había hecho nada y si quieres escuchar tus miedos para hundirte allá tú porque lo mejor es aprender de ellos para poder afrontarlos que es mucho mejor.
    Gracias Ana Mari por poner estas cosas que nos ayudan a ser mejor persona día a día. A mí me ha encantado el cuento y te repito gracias por ponerlo.
    Gracias a tus consejos pude lograr a saber a lo que tenía miedo y ahora poco a poco lo voy superando.

    Adiós

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