“ Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: “¡Platero!, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paseo sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolos:
- Tien’asero.
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.”
Juan Ramón Jiménez
Si te apetece puedes compartir la descripción de Diana, la perra con la que Platero, comparte espacios y juegos.
Ana María R. Novoa
Hola Ana Mari. " Platero y yo " es un cuento muy bonito y tiene muchos sentimientos muy bonitos. La unidad la tengo en el cole, mañana te lo mando ¿ vale ?. Me encantó el cuento que leímos, pero que pena que al final se murió.... pero por lo menos ha disfrutado en su vida mucho, porque, en fin, por mala suerte, todo el mundo muere. Adiós un beso..
ResponderEliminarDescripción de Diana
ResponderEliminarHola Ana Mari.
El tamaño de Diana es mediano. Su cuerpo es ancho y largo como un pepino. Su pelo es blanco como la nieve que cae en invierno. Sus ojos son pequeños y de color azabache. Su nariz es pequeña como una fresa fresca en un campo. Sus orejas también son blancas como dos pequeñas mariposas.
Le gusta comer y jugar en el extenso prado con platero. Le gusta comer fresas y mandarinas del huerto de Juan Ramón.
Diana es buena y tan simpática como el sol cuando se alza por la mañana. Tambien le gusta jugar al escondite en el prado con Platero y los niños.
Hola Ana Mari este cuento a mi por lo menos me gusta mucho pero lo único que no me gusta es que muere al final pero por mala suerte todo el mundo muere pero como es un cuento no me ha gustado. Porque si lo lee un niño más pequeño se puede creer que a platero lo mataron o que cuando disfrutamos mucho nos morimos y eso no es así cada persona se muere cuando se tiene que morir y ya esta. Pero los niños pequeños eso no lo entienden. Y por eso no me gusta a mi esta parte del cuento. Pero Ana Mari a pesar de todo este cuento esta muy chulo.
ResponderEliminarHola Ana Mari esta es mi descripción de Diana:
ResponderEliminarDiana es más buena que el pan.
Es pequeña, como Platero. Es muy dura, parece que no tiene piel, es como un esqueleto andante. Su pelo es suave, cortito y más blanco que el algodón. Sus ojos son azules intensos, como el cielo en un día muy soleado. Su nariz es chata y negra, como el azabache. Su hocico es igual, pero en el interior hay una lengua rosa como el algodón de azúcar. Sus orejas pequeñitas y rosadas, tan pequeñitas que apenas se ven desde lejos.
Le gusta correr, saltar y bailar, cuando le llama su amo. Le gusta comer arroz, macarrones y todo tipo de frutas.
Su forma de ser y comportarse es muy buena, siempre está jugando, es muy amable, muy dócil y cada vez que le enseñas algún ejercicio se le queda a la primera, es muy lista.
Es muy buena perra, si estuvieras un día con ella verías que todo esto es verdad.
Hola Ana Mari:
ResponderEliminarEl cuento de Platero me gustó mucho aunque el libro fue muy corto. Me dio mucha pena que Platero al final del cuento se muriera. La frase de Tien´asero me encanta.
Adiós.